El destino baraja las cartas y los hombres las jugamos, como está la partida Presiii ¡¡a y las fiestas!!.
Saludos.

OTRA DE LAS PROMESAS INCUMPLIDAS DE EL SR.PRESIDENTE.
Señor Viti, no dijo usted que en 2 años iba a haber cambio de presidente OBLIGATORIO???????? pues la fecha está llegando a su fin, con lo cual, cuando se va a hacer una reunión para saber quien es el nuevo presidente!?????

Tambien dijo que iba a hacer un comite de vecinos que eran los que iban a aprobar las cosas para que no ubiese chanchullos.................. otra mala gestión!!!!!!

UN SALUDO VECINOS!!

Pues he leído los estatutos y el.........., tiene que presentar su cargo a la Asamblea, y que ésta le ratifique o lo largue ya de una vez, y confiamos que el señor administrador, la convoque en lugar adecuado y por carta a TODOS.
Bueno esto es lo que se hacia antes, pero con éstos "escracher" todo es posible.

Que inocente eres Adela, con las insidias más marrulleras y las trapacerías de ésta junta que nos gobierna; y que les votamos no esperes que se produzca lo que pides.
Recemos a San Antonio, y que la Virgen de la atalaya nos proteja.

Como bien dice un refrán: "CADA PUEBLO TIENE EL GOBIERNO QUE SE MERECE...".
En este caso, y concretamente: "cada Urbanización tiene el gobierno que se merece", y La Atalaya, no es precisamente una excepción.
Y tampoco es menos cierto, que nunca se echa de menos algo que tenemos..., hasta que lo perdemos.
Nunca estuvo La Atalaya, en mejores condiciones y en mejores manos, que bajo la dirección del Sr. Vicente Sarrio, teniendo en cuenta, de como la recibe y como la deja. Reconociendo por supuesto, los temas pendientes por resolver, pero con el sentido común y la sensatez, de priorizarlos y ponerlos en perspectiva.
Y si no, hagamos un sencillo ejercicio comparativo: con la situación de La Atalaya y sus dos Juntas de Gobierno; la anterior al Sr. Vicente Sarrio y la inmediata posterior y actual..., y creo que sobran los ejemplos avalados con hechos concretos, en la que estas dos Juntas de Gobierno (anterior y posterior a la del Sr. Vicente Sarrio), no le llegan ni a los tobillos a la gestión del Sr. Vicente Sarrio.
Cuando se toman las riendas de la dirección por una nueva Junta de Gobierno, como es el caso actual de la Atalaya, es cuando se puede constatar, en el transcurso de su gestión, lo APTO Y VÁLIDO o LO INEPTO E INVALIDO, que puede su presidente llegar a demostrar que "ES", en base a los logros o fracasos conseguidos, que le acrediten o que le delaten.
Y no me valen excusas ni "cataplasmas", para justificar los errores, los fracasos y hasta algunos hechos, contrarios a los estatutos de la Urbanización, que se hayan perpetrado en su gestión. El Presidente tiene toda la responsabilidad al tener el poder que los vecinos le han otorgado nombrándole "encargado", para hacerse cargo de la dirección de La Atalaya, en base a un depósito de confianza, otorgado y obtenido con los votos de sus vecinos.
El dicho: "DIVIDE Y VENCERÁS...", le dió resultado al Presidente actual, para ganarle al Sr. Vicente Sarrio en la votación de la Asamblea, donde quedó ratificado como nuevo Presidente de la Junta de Gobierno, pero "le salió el tiro por la culata...", a la luz de los hechos y al comprobar el pésimo resultado de su gestión.
Ese otro dicho: "EN LA UNIÓN ESTÁ LA FUERZA...", será el que tengamos que meditar y tratar de llevarlo a la práctica, en la próxima Asamblea que se produzca,para la elección de un nuevo Presidente y de una nueva Junta de Gobierno.
Ojalá el Sr. Vicente Sarrio pudiera tomar las riendas de nuevo de La Atalaya. Aunque para eso, se tenga que dar una demostración PREVIA Y MASIVA, de la mayoría de los vecinos, que se comprometieran públicamente a darle su apoyo y su respaldo, ya que él no necesita hacerse propaganda, su buena gestión es su mejor aval.
Los vecinos, son los que tendrían que RESCATARLO, a no ser que se atreva otra persona a salir "al ruedo", para ofrecerse a tan delicada e importante gestión, como lo es, la de "REPRESENTAR A TODA LA COMUNIDAD DE LA ATALAYA", no solo a los "amigos y simpatizantes", ya que todos conviven dentro de ella.
Sin el más mínimo ánimo de acritud hacia nadie, pero con la sana intención de la crítica constructiva y con la intención de tratar de ser lo más sincero y asertivo posible.
Un cordial saludo.